No creo en el destino, cada uno forja su propia suerte, pero por momentos tengo la sensación que mis pasos estan pautados, como si tuviese un guionista: Mi vida es una sucesión (diaria) de momentos caprichosos y fragmentados, en donde siempre tengo algun inconveniente o problema.
O donde me pasan cosas que podrían parecerle graciosas a otros.
Y todos estos obstaculos/gags son puestos delante mío casi a propósito, como si ni se gastase en hacerlo más disimuladamente.
Pero, justamente, esa es la prueba por la que el destino no existe: Ningún guionista podría ser tan malo.
sábado, 3 de febrero de 2007
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